Asistimos recientemente a la clasificación mundial de sistemas educativos en base al famoso informe PISA que, para el común de los mortales, viene a significar algo así como la ATP de los modelos educativos, de su calidad, y de su rentabilidad académica.
Los resultados están al alcance de todos, pero las reflexiones obligadas ante tales resultados brillan por su ausencia. Detrás de los grandes titulares y de las odiosas comparaciones se esconden realidades culturales tan distantes que se hace dificil imaginar una remota comparación entre Corea del Sur, Finlandia y Euskadi.
Leo en la prensa un interesante artículo sobre la realidad coreana y encuentro en la red otras muestras del proceder educativo coreano. Ante esta realidad se impone un análisis profundo de lo que significa PISA y de sus consecuencias.
Para terminar me pregunto a qué juegan los niños y niñas de Corea del Sur.
Pocas cosas tengo claras, pero de lo que si estoy seguro es que yo no quiero ese sistema educativo para mis alumnos y alumnas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Utzi hemen zure iruzkinak /Escribe aquí tus comentarios