EL REFINADO Y ATRACTIVO BAILE DE LA TROMPA
Los niños de Bilbao, como los del resto del
mundo, desconocen el complicado principio girostático que sostiene y mueve la
peonza. Pero saben, como pocos, los trucos a emplear para un baile casi eterno.
1934
Concurso
anual de trompa en la Plaza Nueva.
Los participantes en este certamen hacen rodar las trompas, como aquí se llama
al juguete de madera, sin latigazos; solo con el impulso inicial que reciben de
la cuerda enrollada en la mano diestra.
No comprenden de
leyes de la física. Pero saben que la madera debe ser de boj, peral o ciprés,
ya que ofrece mayores garantías de una rotación prolongada y regular. Conocen
el tornillo que debe sustituir al clavo estándar que viene de fábrica y con qué
material deben rellenar el hueco de la perilla arrancada para dar más peso al
artilugio. Averiguan lo que hace falta sin que nadie sepa cuándo y dónde lo
aprenden.
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