Recuerdo haber jugado con una colección de catetos dedicados a los cohes de mi época, nos pasábamos las horas memorizando sus características, las discusiones eran prolongadas, que si este tiene más ciclindrada que ese otro, que si aquel acelera de 0 a 100 en menos tiempo que aquel otro.
Pasa el tiempo y descubres que 40 años despues los niños y niñas siguen con las mismas discusiones, pasándolo en grande, hablando, relacionándose y jugando, lo más importante.
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