Educar en Verde



Programado para el sábado 4 de mayo de 2013
"Con HEIKE FREIRE, periodista, educadora y autora del libro : Educar en verde (Ideas para acercar a niños y niñas a la naturaleza).
El estilo de vida urbana moderna hace que los niños de hoy estén perdiendo el contacto directo con la naturaleza. Este alejamiento tiene consecuencias nefastas para su salud y su desarrollo sensorial, motor, afectivo, social, intelectual y espiritual. Genera una forma de analfabetismo ecológico y nos priva de la oportunidad de construir un futuro mejor para el planeta.
Para ello, además de información y recursos, los adultos necesitamos sintonizar con nuestra capacidad de empatía, amor y cuidado, evocando la relación que tuvimos siendo niños con la tierra, abriendo nuestra sensibilidad al entorno natural y sintiendo sus beneficios, desarrollando la habilidad de observar y confiar en la inteligencia innata en todo lo vivo…
Dirigido a madres, padres, maestros, profesores, educadores y a toda
persona amante de la naturaleza y de las niñas y niños".

" Mujerhoy.com: Cuando va a un colegio, sale a pasear o visita un parque, ¿qué es lo que ve? ¿Están los niños realmente tan desconectados de su entorno natural, tan 'desnaturalizados'?

Heike Freire: Depende mucho del lugar donde esté, la ciudad, el barrio, la escuela en cuestión pero, por regla general, a los niños y niñas de hoy les falta contacto con el entorno y la naturaleza. En los últimos 30 años han perdido su espacio de socialización natural, y resulta muy difícil verles en las calles. Puedes salir un día a pasear por Madrid, una ciudad de más de 3 millones de personas, y no cruzarte con una sola criatura, y menos aún con un grupo de niños jugando o desplazándose de manera autónoma. A veces voy a los parques infantiles, generalmente abarrotados de adultos; son un buen indicador de la importancia que damos en nuestra sociedad a las generaciones futuras y las ideas que tenemos a cerca de su bienestar: pequeños, diseñados sin contar con sus usuarios, en espacios que "sobran" o con los que no se sabe qué hacer, no suelen tener tan siquiera una fuente para beber, un árbol que dé sombra o un banco para sentarse (cosas todas ellas que los niños piden cuando les preguntas). Se les niega el acceso a la tierra (que nuestra cultura percibe como sucia) y, supuestamente se les protege con costosos suelos sintéticos, cuya toxicidad es mucho más elevada y que no suelen impedir las caídas ni amortiguar su gravedad. Los escasos juegos suelen ser pasivos y en poco tiempo a los niños les aburre subirse en un balancín, sin propuestas que les permitan participar y desarrollar su imaginación y creatividad."gehiago irakurri/ leer más.

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