No pienses, ¡construye!
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Nueva metodología para mejorar la productividad de los equipos de trabajo
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Lego creó este proceso a nivel interno y lo ha acabado externalizando
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Cuatro formadores del equipo de Robert Rasmussen amplifican 'el invento del siglo'
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Uno de los facilitadores españoles de Lego Serious Play nos explica el proceso al detalle
Una gran mesa de oficina, pequeños ladrillos de colores amontonados
en su superficie, diminutos personajes, animales, utensilios del día a
día, accesorios personales, héroes de ficción, simbología fantástica...
Sentados en formato reunión los integrantes de un equipo comercial, los
miembros del departamento de logística de una empresa cualquiera, los
redactores jefe de un medio de comunicación. Las defensas en alerta, perplejidad en las miradas, inquietud ante una escena que no esperaban, que no controlan.
Les han citado para un encuentro de trabajo, quizá un brainstorming, o uno de esos soporíferos debates unidireccionales en los que ni siquiera el ponente tiene claro lo que pretende transmitir. No va de eso, esto es otra cosa, y por eso experimentan una inusual tensión, están despiertos.
Una voz les explica que en los próximos minutos, horas, van a construir físicamente su realidad, la percepción de su trabajo y el de sus compañeros, del entorno que les rodea y que van a tener que interpretar a partir de un modelo que ellos mismos recrearán con sus manos. ¿Construir? A estas alturas prácticamente todos han identificado el material que hay sobre la mesa. Son piezas de Lego, algunas fácilmente reconocibles y otras más extrañas, novedosas. Algunos "flipan" con la herramienta que a otros les genera rechazo: "soy un burro para hacer construcciones", confiesan descreídos al coach que les propone un juego que les termina de descolocar.
Se aplica el principio de aprender haciendo para descubrir lo que no sabemos que sabemos. Triunfa el 'do plan'
'Confía en tus manos, no tengas una reunión contigo mismo y si no sabes qué construir, empieza construyendo'.
Son las normas básicas que el facilitador propone para empezar a jugar.
La primera técnica es construir de forma individual la imagen del
departamento o sección en los que opera cada participante. El tiempo no
debe exceder de entre 5 y 7 minutos, en los que el facilitador vigila que no haya parones para pensar,
que fluyan sólo las ideas que habitan en el interior de cada operario.
"La gente conecta mucho con lo que ha construido y lo explica después al
resto de compañeros". Es el otro pilar de la metodología: la
conversación.
De la construcción individual se pasa a los modelos compartidos, la imagen conjunta del departamento añadiendo y complementando entre todos los trabajos de la primera técnica. Y de ahí sucesivamente a la creación de un escenario en el que se ubican espacialmente los modelos; la inclusión de agentes y eventos que pueden afectar positiva o negativamente sobre el entramado laboral construido; las conexiones físicas, con piezas Lego, entre el modelo que han levantado los participantes y esos agentes y eventos que pueden alterarlo; jugar con el pasado y el futuro sobre los cambios acontecidos y por venir en el departamento en cuestión; y extraer los principios guía simples, que podrían concretarse en la misión que tienen ante sí los trabajadores para mejorar la productividad y las relaciones cotidianas con sus compañeros.
Con una base científica, tres o cuatro personas del equipo de Rasmussen certifican la metodología a nivel mundial y se encargan de formar a facilitadores oficiales de Lego Serious Play. Borja Ruiz lo hizo con el propio Rasmussen en septiembre del pasado año e incorporó este servicio a la consultoría y coaching de Krece. Dos son los claves que le llevaron a formarse en esta metodología rompedora: el triunfo del 'do plan' sobre el 'plan do', el principio de aprender haciendo para descubrir lo que no sabemos que sabemos; y la generación de un campo de juego muy significativo para la comunicación de impacto entre los participantes.
El desafío es empezar a construir sin saber lo que se va a construir. "Se pone en marcha un proceso para acceder a la información inconsciente que tienen las personas", explica el facilitador, que vigila que nadie piense. Sólo construyen con los kits de identidad, conectores y calentamiento. Cabezas, piernas, gorros, cuerpos, ruedas, carrocerías, armas, magos, guerreros, hadas, magia... "Se fomenta el uso de la historia y la metáfora" como vehículo para llegar a la interpretación.
Las piezas de Lego permiten conectar visualmente las creaciones de cada uno de los participantes del taller
Entonces llegan las sorpresas. 'No tenía ni idea de que pensaras así', se dicen unos a otros, compañeros y extraños que no sienten que son un equipo y no trabajan como tal. Grupos de trabajo en los que cada miembro hace la batalla por su cuenta y acaba viendo al resto como enemigos. Era el caso del equipo comercial con el que Borja Ruiz puso en escena su primer taller de Lego Serious Play. "Casi nunca coincidían en la sede de la empresa, pero después del taller y de trabajar el feedback positivo entre compañeros quedan a almorzar al menos un día a la semana y se ayudan en lo que pueden".
En resumen, la experiencia Lego "genera el espacio de comunicación que un equipo necesita". En las reuniones de trabajo habituales, un 20% de las personas copan el 80% del tiempo, lo que no significa que sean las que tienen las opiniones o ideas más interesantes. Con la metodología Serious Play, el campo de juego y conversación permite que todas las voces hablen y sean escuchadas. El poder de la comunicación sobre la base de dos instintos primarios: construir, jugar.
Les han citado para un encuentro de trabajo, quizá un brainstorming, o uno de esos soporíferos debates unidireccionales en los que ni siquiera el ponente tiene claro lo que pretende transmitir. No va de eso, esto es otra cosa, y por eso experimentan una inusual tensión, están despiertos.
Una voz les explica que en los próximos minutos, horas, van a construir físicamente su realidad, la percepción de su trabajo y el de sus compañeros, del entorno que les rodea y que van a tener que interpretar a partir de un modelo que ellos mismos recrearán con sus manos. ¿Construir? A estas alturas prácticamente todos han identificado el material que hay sobre la mesa. Son piezas de Lego, algunas fácilmente reconocibles y otras más extrañas, novedosas. Algunos "flipan" con la herramienta que a otros les genera rechazo: "soy un burro para hacer construcciones", confiesan descreídos al coach que les propone un juego que les termina de descolocar.
'El invento del siglo'
El hombre que les habla es Borja Ruiz, responsable de Krece y sus servicios de coaching, consultoría y formación, y desde septiembre formador oficial de Lego Serious Play, una revolucionaria metodología en la que "se genera un campo de juego para escuchar a todas las voces" de un entramado laboral o productivo susceptible de ser mejorado. "El invento del siglo", en palabras del facilitador, denominación que se atribuye Borja en su papel de controlador en estas sesiones.De la construcción individual se pasa a los modelos compartidos, la imagen conjunta del departamento añadiendo y complementando entre todos los trabajos de la primera técnica. Y de ahí sucesivamente a la creación de un escenario en el que se ubican espacialmente los modelos; la inclusión de agentes y eventos que pueden afectar positiva o negativamente sobre el entramado laboral construido; las conexiones físicas, con piezas Lego, entre el modelo que han levantado los participantes y esos agentes y eventos que pueden alterarlo; jugar con el pasado y el futuro sobre los cambios acontecidos y por venir en el departamento en cuestión; y extraer los principios guía simples, que podrían concretarse en la misión que tienen ante sí los trabajadores para mejorar la productividad y las relaciones cotidianas con sus compañeros.
Triunfa el 'do plan' sobre el 'plan do'
En las siete técnicas del Lego Serious Play se repite un mismo proceso que arranca con el reto que lanza el formador, pasa por la construcción física del modelo con el kit especial creado para la ocasión por la juguetera danesa, continúa narrando una historia acerca del modelo construido y finalmente desemboca en la reflexión sobre las distintas creaciones y el tema trabajado. Hasta aquí el esquema de esta novedosa metodología a nivel organizacional para la que Lego ha creado un ente propio nacido de la rama de innovación educativa de la empresa, con Robert Rasmussen, que trabaja por cuenta propia, como padre de la criatura.Con una base científica, tres o cuatro personas del equipo de Rasmussen certifican la metodología a nivel mundial y se encargan de formar a facilitadores oficiales de Lego Serious Play. Borja Ruiz lo hizo con el propio Rasmussen en septiembre del pasado año e incorporó este servicio a la consultoría y coaching de Krece. Dos son los claves que le llevaron a formarse en esta metodología rompedora: el triunfo del 'do plan' sobre el 'plan do', el principio de aprender haciendo para descubrir lo que no sabemos que sabemos; y la generación de un campo de juego muy significativo para la comunicación de impacto entre los participantes.
El desafío es empezar a construir sin saber lo que se va a construir. "Se pone en marcha un proceso para acceder a la información inconsciente que tienen las personas", explica el facilitador, que vigila que nadie piense. Sólo construyen con los kits de identidad, conectores y calentamiento. Cabezas, piernas, gorros, cuerpos, ruedas, carrocerías, armas, magos, guerreros, hadas, magia... "Se fomenta el uso de la historia y la metáfora" como vehículo para llegar a la interpretación.
'No tenía ni idea de que pensaras así'
"No importa ser muy creativo", apunta Borja, quien destaca que "modelos muy sencillos pueden tener explicaciones semánticas considerables". La construcción es la excusa para dar respuesta al reto, para que el dueño del significado de esas piezas de Lego hable ante el resto de su propia creación con todo tipo de "matices y detalles" y exponga su visión del departamento del que forma parte. Previamente hay un calentamiento con los kits especiales de Lego para que todos se familiaricen con la herramienta.Entonces llegan las sorpresas. 'No tenía ni idea de que pensaras así', se dicen unos a otros, compañeros y extraños que no sienten que son un equipo y no trabajan como tal. Grupos de trabajo en los que cada miembro hace la batalla por su cuenta y acaba viendo al resto como enemigos. Era el caso del equipo comercial con el que Borja Ruiz puso en escena su primer taller de Lego Serious Play. "Casi nunca coincidían en la sede de la empresa, pero después del taller y de trabajar el feedback positivo entre compañeros quedan a almorzar al menos un día a la semana y se ayudan en lo que pueden".
En resumen, la experiencia Lego "genera el espacio de comunicación que un equipo necesita". En las reuniones de trabajo habituales, un 20% de las personas copan el 80% del tiempo, lo que no significa que sean las que tienen las opiniones o ideas más interesantes. Con la metodología Serious Play, el campo de juego y conversación permite que todas las voces hablen y sean escuchadas. El poder de la comunicación sobre la base de dos instintos primarios: construir, jugar.
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