Tal día como hoy siempre me acuerdo de Zahir, un niño explotado laboralmente como los 168.000.000 que hay actualmente en el mundo. Entre otras muchas cosas Zahir pasa sus días limpiando pescado en lugar de estar jugando y disfrutando de una infancia como la que disfrutan l@s niñ@s en el primer mundo.
Lo hemos hecho así porque el juego es sin lugar a dudas el verdadero trabajo de la infancia que no es otro que jugar.
No lo digo yo lo decía, entre otros el gran maestro Aita Barandiaran: "Haurrak haurlan" osea a Jugar.
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