Una de las razones de este blog no es sólo la recuperación de la memoria lúdica de la Comunidad educativa de la Ikastola Alkartu, también se ocupa de dar a conocer aquellas manifestaciones del juego tradicional que todavía se conservan en nuestro pequeño planeta. Hoy os presento Sardiglia, una manifestación cultural en toda regla, un juego, una fiesta, una joya que se celebra desde hace más de 500 años y que tiene mucho paralelismo con los juegos de galanteo. Más de uno recordará en las fiestas de los pueblos a los crios montados en sus bicicletas intentando ensartar las anillas que pendían de una cuerda. Reminiscencia de los juegos de galanteo que se hacían montados a caballo para hacersse con el bordado que daba derecho a bailar con la autora en la fiesta posterior.
En una ocasión tuve oportunidd de presenciar este ritual en Grajal de Campos, al lado de un castillo defensivo. Recuerdo que una señora me contaba, rememorando su juventud, que en aquel entonces las mozas casaderas se afanaban en bordar las cintas para la fiesta con la esperanza que que el chico que les gustaba se hiciera con su bordado.
La tarea no era fácil pues habia que galopar y conseguir ensartar la tibia de liebre en la pequeña anilla que sobresalia de un cajetín de madera que ocultaba la cinta bordada.
Me contaba, la mujer, con un poco de resignación, que a veces la que mejor bordaba no era la más guapa.
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